“Un patrimonio para toda la universidad, la ciudad y el país”

El Museo de Historia Natural, más conocido como la “Casita de Biología”, es considerado un patrimonio arquitectónico y material de la ciudad que ha tenido una historia significativa por su carácter formativo y cultural.

Inicialmente albergó las aulas del Instituto Pedagógico Nacional como escenario de educación para niños. Tiempo después, producto de un fuerte temblor, este centro de formación fue trasladado a la nueva sede, momento en que se convirtió en un deposito. Desde 1974 y a través de los años, este lugar ha adquirido gran relevancia educativa y científica, ya que, además de permitir visibilizar la diversidad biológica y cultural de nuestro país, permite llevar a cabo procesos importantes de enseñanza-aprendizaje en donde convergen las Ciencias Humanas, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y el Arte. (Romero, C. 2019)

Materiales educativos

El museo de la vida de la UPN: Un patrimonio histórico

Este museo hunde sus raíces en la Escuela Montessori de Bogotá, que a la postre fue uno de los primeros institutos del país dedicados a la formación de maestras preescolares, y que a su vez aplicó la pedagogía de Froebel y Montessori. 

​Actualmente, alberga colecciones biológicas que cuentan con su respectivo registro en el Instituto Humboldt que también permiten que estudiantes y docentes hagan uso de estos recursos pedagógicos que buscan aportar nuevos campos de estudio e investigaciones. 

Colecciones

Son, literalmente, las bibliotecas de lo que existe en la naturaleza. Actualmente, el Museo de Historia Natural de la UPN alberga aproximadamente 600 hongos, gran variedad de mariposas e insectos terrestres, insectos acuáticos, fósiles y herbarios que dan cuenta de un pequeño fragmento de la diversidad biológica en Colombia.

Hasta el año 1974, el actual Museo de Historia Natural de la UPN funcionó como un depósito de materiales. Más adelante, dentro de un trabajo mancomunado entre docentes del Departamento de Biología y el apoyo de la Administración, se dio apertura a este espacio como el lugar en el que reposarían algunas colecciones biológicas para su estudio y enseñanza. Posterior a este suceso, las colecciones que se obtenían de salidas de campo, excursiones y algunas donaciones, se ampliaron y conservaron hasta el día de hoy, de tal manera que ha permitido albergar cientos de ejemplares que permitirán continuar con la consolidación de propuestas pedagógicas que permitan comprender esa Colombia biodiversa, pluriétnica y multicultural.